El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha señalado este lunes que las operaciones de Israel en el sur de Gaza son "excesivas" y "desproporcionadas" y ponen en riesgo la situación humanitaria de millones de palestinos, apuntando a que Estados Unidos imponga un embargo de armas a Israel para bajar el número de muertos en la Franja tras señalar que hay que "hacer algo más que solo expresar preocupación".
En declaraciones desde Bruselas, donde participa en una reunión de ministros de Cooperación que contará con la intervención del comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, el jefe de la diplomacia europea ha puesto el foco sobre la situación en Rafah, escenario de las últimas operaciones militares de Israel que ponen en jaque los suministros a la Franja y avecinan un deterioro de la grave situación humanitaria. "Mi pregunta es: aparte de palabras, ¿qué más creemos que debemos hacer?", ha ironizado.
"La UE piensa que el balance de muertos es demasiado alto, ¿hay alguna posibilidad de reducirlo? La UE no manda armas a Israel, otros lo hacen. Si piensas que el balance de muertos es muy alto, quizás puedes hacer algo para bajarlo", ha asegurado, en referencia a las preocupaciones expresadas por Washington. La operación militar israelí en Rafá ha hecho saltar las alarmas de la comunidad internacional, incluyendo el principal aliado de Israel, Estados Unidos, cuyo presidente, Joe Biden, advirtió de que Israel no debería atacar la región en el extremo sur de Gaza sin un "plan creíble" que garantice la seguridad de los civiles en la que fue designada como "zona segura" por las Fuerzas Armadas israelíes al inicio de la ofensiva contra la Franja.
Insiste en su apoyo a UNRWA
En este sentido, el Alto Representante ha insistido en que hay que seguir manteniendo la presión contra Israel para que cese las operaciones en el sur de la Franja, que también generan tensión con Egipto. En este sentido, ha advertido del grave desastre humanitario que se puede desatar en la zona de Rafah, punto de llegada de cientos de miles de desplazados palestinos desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás hace ahora más de cuatro meses. "La gente en Gaza está encerrada, están siendo bombardeados sin posibilidad de escapar", ha señalado.
Respecto a la situación de la UNRWA, en el ojo del huracán tras las acusaciones por parte de Israel de que una decena de sus trabajadores estuvo implicado en los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre, Borrell ha defendido el papel que ejerce la agencia insistiendo en que realiza un trabajo "insustituible".
"Una cosa clara para mí es que la UNRWA hace un trabajo que nadie puede realizar. No solo en Cisjordania sino también en Líbano, Siria, Jordania. No es un secreto que el Gobierno israelí quiere quitarse de en medio a la UNRWA porque así se puede quitar el problema de los refugiados", ha asegurado, subrayando que hay que esperar a la investigación interna y mientras "la gente tiene que continuar comiendo y recibiendo atención médica", en referencia a mantener los fondos a la agencia.