La Plaza de la Bolsa, en Bruselas, es símbolo del dolor tras los atentados, y sigue repleta de gente a pesar de que el sábado se cancelara esa gran manifestación porque el Gobierno no garantizaba la seguridad. Los bruselenses no tienen miedo y siguen dejando sus mensajes.
Bruselas planta cara al terror con homenajes espontáneos a las víctimas