Las calles de Bruselas empiezan a recuperar poco a poco los transeúntes, y los comercios, monumentos y museos fueron reabriendo sus puertas pese a que se mantiene el máximo nivel de alerta terrorista, mientras las investigaciones sobre la pista belga de los atentados del día 13 en París se van concretando. Además, los colegios y el metro permanecen abiertos desde el miércoles bajo una fuerte vigilancia policial.