Una nueva tragedia en el Mediterráneo puede haberse cobrado la vida de más de 250 personas, que habrían muerto tras el naufragio, a solo 25 kilómetros de las costas libias, de un barco esclavista con 700 personas a bordo. Por ahora, 400 personas han sido rescatadas y los cuerpos de otras 25 personas han sido encontrados en el mar. La mayoría son refugiados sirios, palestinos y bangladesíes y entre ellos hay varios niños. Por ahora, siguen las labores de rescate para encontrar a unos 250 desaparecidos pero se teme lo peor. Un desastre que muestra de nuevo la incapacidad de Bruselas tras cuatro meses de la muerte de 800 inmigrantes, cuando los políticos europeos prometían medidas inmediatas para intentar solucionar la situación.