En las imágenes grabadas un día antes de que el edificio se viniera abajo se pueden ver grietas por todas partes y desconchones en las paredes. La policía acudió al edificio que albergaba varios talleres textiles y ordenó su evacuación. Pero la orden fue completamente ignorada y se vino abajo.
El dueño habían construido tres plantas más de lo que tenía permitido
En las calles, continúan las protestas por una tragedia completamente evitable. Los manifestantes incluso tienen que apartarse para dejar paso a camionetas cargadas con cadáveres de trabajadores de esa fábrica. Piden la detención del dueño del inmueble que incumplía la ley incluso en el número de plantas, habían construido tres de más de lo que tenían permitido.
Mientras las familias de los trabajadores esperan noticias, continúan las tareas de rescate. Se cree que hay 400 personas dentro todavía. Es el peor desastre industrial en Bangladesh, el país con los costes más baratos de producción de la industria textil.
Los salarios están entre los más bajos del mundo, lo que lo convierte en un lugar muy rentable para las multinacionales occidentales. Aunque no para las indignantes condiciones en las que tienen que trabajar los empleados de estas fábricas.