Un misil ha impactado, sin causar bajas, en el cuartel general de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL), actualmente comandada por España y ubicado en la localidad meridional libanesa de Naqoura. El ataque se ha producido en el marco de los bombardeos cruzados que han tenido lugar este domingo entre el grupo chií Hizbulá y las tropas israelíes, según ha informado el Gobierno libanés.
"El primer ministro, Najib Mikati, llamó al comandante de las fuerzas internacionales que operan en el sur del Líbano, general Aroldo Lázaro, para preguntarle por las circunstancias de la caída de un misil en el cuartel de la FINUL en Naqoura", han advertido desde la presidencia del Consejo de Ministros en un comunicado, desde donde insisten que el primer ministro "se aseguró de que no ha habido bajas", si bien no aporta detalles sobre el origen del proyectil.
Por su parte, la misión de paz de la ONU en el Líbano ha anunciado que está tratando de verificar la procedencia del cohete. "Nuestro cuartel general en Naqoura fue alcanzado por un cohete y estamos trabajando para verificar desde dónde. Nuestros efectivos no se encontraban en refugios en ese momento y, afortunadamente, nadie resultó herido", han indicado los Cascos Azules en un comunicado. Asimismo, ha recordado "a todas las partes involucradas que los ataques contra civiles o personal de la ONU son violaciones de las leyes internacionales que se corresponden con crímenes de guerra".
La zona fronteriza ha registrado un recrudecimiento de la violencia con al menos cinco ataques con misiles por parte del grupo chií Hizbulá contra varios puntos del norte de Israel, que a su vez ha respondido con artillería y bombardeos aéreos.
En la última semana, las fuerzas israelíes y Hizbulá ya enzarzaron en una serie de ataques cruzados a través de la divisoria entre ambos países, zona en la que también se han producido algunas acciones reivindicadas por facciones palestinas presentes en el territorio libanés.
Al menos 16 personas han muerto hasta el momento por el fuego cruzado a ambos lados de la divisoria, entre ellos tres civiles libaneses. La FINUL, conformada por casi 10.000 cascos azules de 49 países diferentes y actualmente comandada por España, está desplegada en la franja meridional del Líbano que va desde la frontera de facto con Israel hasta el río Litani.
Desde el estallido de violencia fronteriza el pasado domingo, los Cascos Azules han llamado a las partes a la contención de forma reiterada y han insistido en que mantienen contacto constante con responsables a ambos lados de la divisoria para evitar "malentendidos".