Los testigos han salido corriendo para salvarse de ser atropellados por el camión que un segundo después pasa a gran velocidad arrollando todo lo que encuentra en su camino y que hace moverse la ropa colgada en las tiendas. Poco después acaba empotrado en el bajo de un edificio comercial en el centro de Estocolmo.
Hasta llegar ahí ha recorrido decenas de metros por una calle peatonal y de las más transitadas de la capital sueca dejando a su paso cadáveres y heridos que eran atendidos por los propios peatones y por los servicios de emergencia que llegaban a lugar. El pánico se tradujo en estampidas grabadas desde las ventanas de los edificios y también a pie de calle para ponerse a salvo y dejar trabajar a la policía en busca de uno o varios sospechosos.
La policía ha difundido la imagen de un hombre, calificado de "persona de interés" y piden colaboración ciudadana. El camión fue robado, pertenecía a una empresa de bebidas y el robo se produjo mientras hacía una entrega en un restaurante, su conductor está ileso. El modus operandi deja poco margen a la duda: "Suecia ha sido atacada, todo hace indicar que es un ataque terrorista", asegura Stefan Lofven, primer ministro de Suecia.
Eran palabra del primer ministro del país minutos después de un ataque que la inteligencia sueca ya confirma se trata de un ataque terrorsita y una vez más otra capital europea y otra vez con un camión para hacer el máximo daño posible.