El aeropuerto Gatwick, a las afueras de Londres, mantiene este jueves suspendidos sus vuelos después de que la pista fuese cerrada anoche por la aparente presencia de dos drones en las cercanías de la terminal aérea.
Según informó hoy el aeropuerto, los aterrizajes y los despegues de aviones fueron suspendidos a las 21.00 GMT del miércoles después de que se divisaran dos drones cerca de la pista.
Muchos aviones fueron desviados a otros aeropuertos, incluso a los de París y Amsterdam, mientras las autoridades aeroportuarias han pedido a los pasajeros que se pongan en contacto con sus aerolíneas para conocer el estado de sus vuelos.
La Policía de Sussex, en el sur de Inglaterra, señaló que este acto ha sido intencionado pero "no hay absolutamente ninguna indicación que sugiera que está relacionado con el terrorismo".
Agentes de las fuerzas del orden de los condados de Sussex y Surrey, en el sur de Inglaterra, patrullan la pista aérea y las áreas circundantes a fin de localizar a la persona que hace volar estos aparatos por control remoto, una situación que se ha prolongado por unas diez horas.
"Cada vez que tratamos de llegar cerca del operador, el dron desaparece. Cuando vemos si reabrimos la pista, el dron vuelve a aparecer. Estoy totalmente convencido de que es un acto deliberado para interrumpir el aeropuerto de Gatwick", afirmó el superintendente de la Policía de Sussex, Justin Burtenshaw.
"Después de informaciones sobre la presencia de dos drones que volaban sobre la pista del aeropuerto de Gatwick sobre las 21.00 horas (GMT), la pista fue cerrada desde las 21.03 del miércoles 19 de diciembre hasta las 03.01 del jueves 20 de diciembre", señaló un comunicado divulgado hoy por el aeropuerto.
"Desafortunadamente, otra observación de drones en las proximidades del aeropuerto obligó al cierre de la pista otra vez sobre las 03.45 mientras investigamos esto con la Policía de Sussex", agregó la nota.
En Reino Unido es ilegal utilizar estos aparatos voladores dirigidos por control remoto a un kilómetro de los aeropuertos y hay una pena de cinco años de cárcel por poner en peligro un avión.
Según los medios británicos, algunos viajeros pasaron horas en los aviones que no podían despegar. El aeropuerto, el segundo de Londres, precisó que trabaja con las aerolíneas para "facilitar a los pasajeros alojamiento en hoteles" o facilitarles alternativas de viaje.
Un portavoz de la terminal se disculpó por esta inconveniencia para los viajeros. Se estima que unas 2,9 millones de personas pasan por este aeropuerto durante la actual temporada de vacaciones navideñas.