Al menos 18 personas han sido detenidas durante las protestas contra la reforma judicial israelí presentada por el Gobierno y aprobada este lunes en la Knesset, frente a la que ya se encontraban miles de manifestantes durante la sesión.
Las movilizaciones en el país, que acusan al Gobierno de dar un "golpe" institucional a través de la reforma, habían cortado la autopista Ayalon, si bien ya han sido expulsados por la Policía.
Los enfrentamientos con la Policía en Tel Aviv, en los que las autoridades han usado cañones de agua, se han saldado con 18 detenciones y cinco manifestantes heridos leves, a los que se suman diez policías heridos, según ha publicado el diario 'The Times of Israel'.
A pesar de haber sido expulsados de la autopista, los activistas han continuado durante un tiempo concentrados cerca de la misma hasta que finalmente las autoridades han anunciado la finalización de las protestas.
La carretera ha sido bloqueada durante cuatro horas y se encuentra llena de escombros, restos de incendios y de barricadas, por lo que aún no se ha informado de su reapertura.
Los cortes de carreteras se han multiplicado en todo el país, en una de ellas, cerca de Kfar Saba, un conductor habría embestido con su vehículo contra los manifestantes. Al menos tres personas están heridas de carácter leve y el conductor ha sido detenido. Un vídeo difundido en redes sociales muestra el momento del atropello y cómo el conducto huye del lugar.
El movimiento Kaplan, principal organización tras la convocatoria de las protestas contra la reforma judicial, ha advertido de que seguirán movilizándose "hasta el final".
Los críticos con la reforma judicial argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para limitar las competencias judiciales.
EEUU tacha de "lamentable" la aprobación de la reforma judicial con la mínima mayoría necesaria
El Gobierno de Estados Unidos considera que es "lamentable" que el Parlamento israelí haya aprobado la primera ley de la polémica reforma judicial con la mínima mayoría necesaria.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, ha remarcado que los "cambios importantes de una democracia" deben "tener el mayor consenso posible", sobre todo en caso de que sean duraderos, por lo que ha sostenido que ha sido "lamentable" que la votación se haya celebrado "con la mayoría más mínima posible".
"Entendemos que las conversaciones están en curso y es probable que continúen en las próximas semanas y meses para forjar un compromiso más amplio, incluso con la Knesset en receso", ha indicado en una rueda de prensa en la que ha mostrado su apoyo al presidente israelí, Isaac Herzog, en "su intento por construir un consenso más amplio a través del diálogo político".
Miller ha señalado que la Administración Biden ha sentido la responsabilidad de "hablar sobre esta medida y expresar la preocupación" con motivo de la "amistad con el Gobierno de Israel y el pueblo israelí.
"Continuaremos interactuando con el Gobierno de Israel sobre la otra legislación pendiente en las próximas semanas. Pero en lugar de pensar en esto en términos de consecuencias para nuestra relación, pensamos en nuestra relación como una en la que tenemos áreas en las que no estamos de acuerdo y cooperamos, y áreas en las que no dudamos en expresar nuestras preocupaciones", ha agregado.