Una carta dirigida a los obispos escrita por 275 curas ultracatólicos ha desatado un cisma en la iglesia. El español Christopher Hartley Sartorius es uno de los firmantes más destacados. Según ellos, hay un enfoque equivocado de la moral cristiana en la actualidad, la del papa. Hablan de "caos doctrinal" y se oponen a aceptar a la comunidad LGTBI o a los divorciados.
"Una versión aún más extrema declara que esos comportamientos pueden ser aprobados o propuestos por dios": una frase que parece una respuesta a las palabras del papa, que dice que si dios hizo así a los homosexuales quién es él para juzgarles.
Los firmantes de la Apelación Pastoral, entre ellos 11 españoles, indican que el matrimonio sólo puede romperse con la muerte de algún cónyuge y que el sexo únicamente es para los casados: "La actividad sexual fuera del matrimonio es en toda circunstancia gravemente malo".
Unas reglas más propias de la edad media que del siglo XXI para los sacerdotes más progresistas. Para los curas ultras las mujeres jamás deben ser ordenadas para oficiar misas, una herejía que ellos castigarían con la excomunión.