La mezquita de la M-30 se convirtió en el centro de operaciones y de recaudación de la Brigada Al Andalus, una célula yihadista radicada en la capital de España que había sido desarticulada en 2014.

En casa de uno de los presuntos miembros de esta célula, el marroquí Mohamed Khalouk, han sido hallados 1.460 euros escondidos en un jarrón y que se cree procedían de las recaudaciones que obtenía en diferentes mezquitas de Madrid, fundamentalmente en la de la M-30, según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía.

De las conversaciones telefónicas intervenidas a Khalouk, prosigue el fiscal, se deduce que la "recaudación estándar en la mezquita de la M-30 entre los musulmanes era de 10 euros", evidencia que aparece reforzada en un cuaderno que le fue incautado también en su domicilio y en el que figuran varios nombres, entre ellos de tres de los detenidos.

Khalouk y los otros ocho detenidos en la "operación Gala" de la Policía Nacional -cuatro marroquíes, dos españoles, un búlgaro y un argentino- serán juzgados en junio en la Audiencia Nacional.

Para todos ellos el fiscal pide ocho años de cárcel por integración en organización terrorista, aunque para el considerado "líder carismático" de la célula, el marroquí Lahcen Ikassrien, solicita una pena más elevada de 11 años y seis meses de prisión al acusarle también de un delito falsificación de documento oficial.

El principal objetivo de este grupo radical islamista, que se constituyó en 2011 y que contaba con una vivienda en Santa Cruz de Pinares, Ávila, para sus reuniones, era el adoctrinamiento y la captación de potenciales "mártires", especialmente en la mezquita de la M-30, para enviarles a luchar a las filas del autoproclamado Estado Islámico.

Al menos cinco de los yihadistas captados por esta célula viajaron a Siria y hay constancia de que dos de ellos murieron en Alepo en 2012 en una acción terrorista de la organización Jabhat Al Nusra, facción de Al Qaeda.

Otro de ellos, Ismail Afalah, es hermano de Mohamed Afalah, huido de la casa de Leganés en la que se inmolaron terroristas del 11-M y que se cree que acabó muerto en un atentado suicida en Irak. Ismail Afalah y otros dos yihadistas reclutados por esta célula se encuentran en busca y captura junto a otros tres miembros de la red: Omar El Harchi, Mohamed El Amin AAbou y Mohamed Osman Adrabo.