Haití, el país más pobre de América, es también el más castigado por las catástrofes naturales. Tras de sí dejan el rastro de la muerte, las enfermedades y la hambruna.
Consecuencias similares a las de las guerras que se ceban con todos por igual. La vida de 370.000 niños yemeníes corre peligro por desnutrición aguda severa.
"La guerra es un cotidiano donde uno tiene que vivir, buscar su comida y sacar adelante su familia", comenta Olivier Longué, director general de Acción Contra el Hambre. Una larga lista de países sumidos en crisis humanitarias: Siria, Líbano, Irak, Afganistán y otros más olvidados como Sudán del Sur, Senegal o Nigeria.
"Está tan afectada por el terrorismo y el yihadismo que los agricultores no hace nada por temor a que su cosecha y su ganado les sea robado", añade Longué. Cerca de 800 millones de personas viven amenazadas por el hambre. Una dura realidad, a la que según Naciones Unidas, se podrían sumar a mediados de siglo otros 100 millones a causa del cambio climático.