La Navidad se ha tambaleado en el sur de Chile. Un terremoto de magnitud 7,6 ha sacudido a miles de familias en el sur del país pasadas las 11 de la mañana, hora local. El epicentro ha sido en la isla grande del archipiélago de Chiloé, con intensidad suficiente para activar todas las alarmas.

Por el riesgo de maremoto, el gobierno ordenó en un primer momento evacuar cuatro regiones del sur. Han desaconsejado el uso de vehículos por si se resquebrajan aún más las carreteras pero con el mar en calma horas después las autoridades han levantado la obligación de abandonar las zonas afectadas y han suspendido la alerta de maremoto.

La presidenta del país ha mostrado su apoyo a los damnificados y su equipo trabaja en evaluar los daños. Por el momento no se han registrado víctimas mortales como ya hubo en el seísmo del año pasado o en el de 2010, que dejó la terrorífica cifra de 500 fallecidos.