China abre por primera vez sus fronteras este domingo tras casi tres años de aislamiento y da un paso más en el fin de su política 'Covid Cero' ideada para frenar la expansión de la pandemia de coronavirus. A partir de este domingo, China no exigirá un periodo de cuarentena para las personas que lleguen al país pero sí seguirá pidiendo una prueba negativa de COVID-19 realizada en las últimas 48 horas.
En este momento, se espera que una oleada de residentes chinos vuelvan al país de regreso a casa. Así, se han dejado ver las primeras preparaciones para la reapertura de las fronteras del país asiático.
Según ha recogido el diario chino 'Global Times', las autoridades han intensificado sus esfuerzos en las fronteras de la ciudad de Shenzhen a la espera de la reapertura con la región vecina de Hong Kong, lo que ha incluido la realización de simulacros, el examen de los equipos y la decoración de los puestos que darán la bienvenida a la esperada afluencia de pasajeros.
Pruebas COVID-19 a los pasajeros de China
Por otra parte, la explosión de casos de Covid-19 en China, derivada de la retirada de la mayor parte de las restricciones impuestas durante toda la pandemia, ha generado preocupación a nivel mundial, llevando a países en todo el mundo a imponer nuevos controles para los viajeros procedentes del gigante asiático. Así, según China ha comenzado a relajar sus restricciones, un mayor número de países se han sumado estas semanas a la petición de pruebas negativas a los viajeros procedentes de China.
En este sentido, España podrá denegar desde esta semana y hasta el próximo 15 de febrero la entrada a nacionales de terceros países llegados en vuelos directos desde cualquier aeropuerto situado en China si no aportan Certificado Covid digital de la UE o equivalente o pruebas diagnósticas negativas, amparándose en razones de salud pública, según una resolución sobre restricciones en fronteras exteriores aéreas del Ministerio del Interior publicada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Del mismo modo, en una reunión convocada de forma urgente por parte del Health Security Committee (HSC) de la Unión Europea a finales de diciembre, los Estados miembro de la UE acordaron mantener una "vigilancia activa" ante la aparente explosión de contagios de coronavirus en China, y de la que salió el compromiso de seguir en contacto para examinar posibles iniciativas conjuntas.