Se trata de la segunda caravana que parte de Honduras, después de que en octubre un grupo de migrantes partió desde la empobrecida nación para cruzar Centroamérica y todo el territorio mexicano, para llegar finalmente a la frontera con Estados Unidos.
Alrededor de 2.500 personas de esa primera caravana aún se encuentran en Tijuana y otros 7.270 regresaron al país, según las autoridades de Honduras. "Yo voy decidido a encontrar un buen trabajo a Estados Unidos", ha indicado Darwin Pérez, de 24 años.
"Este es un camino difícil pero espero que al presidente Trump se le ablande el corazón y que no sea tan duro y nos permita entrar a Estados Unidos", ha aseverado. Un 68% de la población hondureña vive en condiciones de pobreza, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), y la violencia cobra un promedio de 11 homicidios diarios en el país, según el Ministerio de Seguridad.
"Aquí uno no encuentra trabajo, yo soy secretaria y me gradué hace 10 años y nunca he trabajado en lo que me formé," ha señalado Heidy Moncada, de 31 años, que planea viajar con su marido, sus hijos de cinco y nueve años y otros tres familiares. "Mi familia y yo vamos en busca de trabajo, si lo encontramos en Guatemala o México ahí nos quedamos, si no vamos hacia Estados Unidos", ha recalcado Moncada.
Las caravanas de centroamericanos, inspiradas por las movilizaciones del año pasado y organizadas por redes sociales, han enfurecido a Trump, quien anunció que desplegará miles de soldados para reforzar la seguridad en su frontera con México.