Lo que parecía una chiquillada ha sido considerado como delito muy grave en Indonesia, blasfemia contra la religión.

Cinco alumnas de un instituto grabaron con un móvil una coreografía donde alternan contoneos de cadera con los movimientos del 'sholat', propios de la oración islámica, mientras recitaban alternativamente el Corán y ponían música norteamericana.

Por ello, se les ha acusado de blasfemia y han sido expulsadas del centro. Pero el Consejo de Ulemas no descarta presentar más cargos contra ellas, o incluso adoptar medidas más severas, como su internamiento en un reformatorio hasta que cumplan 18 años