Entre las cinco víctimas mortales se encuentran un guía y varios montañeros extranjeros, aunque de momento no han confirmado las nacionalidades, así como siete heridos.
Además, una veintena de montañeros en tres grupos se encuentran atrapados cerca del cráter del volcán, donde la explosión se produjo a primera hora de la mañana.
Se trata de un evento freático, menos violento que una erupción y no se ha registrado ningún seísmo en las últimas 24 horas.
La explosión freática es causada por la presión acumulada durante años y la última se produjo en 2010.
La última erupción del Mayón fue en el 2006 y no causó víctimas mortales, pero dejó una gran acumulación de restos que luego un tifón y lluvias torrenciales convirtieron en ríos de barro que mataron a 1.300 personas en la ciudad de Legazpi y alrededores.
Mayón es uno de los volcanes más activos de Filipinas y lo visitan cada año cientos de turista. La peor de sus 45 erupciones conocidas fue en 1814, quitó la vida a unas 1.200 personas y enterró la ciudad de Cagsawa, bautizada desde entonces como "la Pompeya filipina".