Entre sonrisas, abarazos y caras de sorpresa, millones de estudiantes vuelven a las aulas en Ucrania. En ciudades más seguras como Irpín, el regreso será con un sistema mixto donde los estudiantes solo tendrán la mitad de clases presenciales. Según las autoridades, el objetivo es garantizar la educación y la salud mental de los pequeños.
El 59% de los colegios incluso tienen búnkeres en los sótanos que las familias han puesto a punto durante el verano. De este modo, la primera lección del día ha sido cómo llegar hasta ellos en caso de ataque. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha acudido hasta uno de estos colegios e incluso se ha sentado en primera fila. En el caso de los centros más cercanos a las zonas de combate, la vuelta al cole será obligadamente online.
Kiev no se olvida de los niños refugiados y ha pedido a los países de acogida que se plantee dar clases en ucraniano. En un colegio de Polonia ya han empezado a impartir en ambos idiomas, pero para algunos alumnos no es suficiente: "Mi hijo me dijo 'no puedo estudiar aquí, necesito estudiar en Ucrania'", explica una de las madres de estos estudiantes.
Por su parte, en las zonas ocupadas por Rusia también han vuelto al cole. En el caso de Mariúpol, rodeados de soldados y banderas comunistas.