La crisis migratoria ha obligado a que los mandatarios europeos se pronuncien para resolver un problema que afecta a toda la Unión Europea. Las reuniones de Merkel y Hollande dejan algunos acuerdos, pero la Comisión Europea recuerda que las iniciativas llegan tarde, porque en mayo puso encima de la mesa una serie de medidas muy parecidas a las planteadas por la canciller y a las que a día de hoy ningún Estado ha dado respuesta.