Desde antes incluso de que triunfara la Revolución, Fidel sabía que su principal enemigo no era Batista sino el Tío Sam y lo dejó por escrito, en esta una remitida a su novia desde Sierra Maestra.
"Me doy cuenta de que ese va a ser mi destino verdadero", escribía. Ha sobrevido a seis de sus homólogos estadounidenses pese a que hubo más de 600 intentos de asesinarle. La Guerra Fría entre Cuba y Estados Unidos ha sido la más larga de todas. Más de 50 años de enfrentamiento con crisis nuclear incluida. Hostilidad abierta que acabó en diciembre de 2014.
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Comienza entonces un lento aunque histórico acercamiento, pero Fidel nunca se fió. "Se fue dejando clara su desconfianza a cualquier política de EEUU hacia Cuba", afirma Fernando Ravsberg, corresponsal de Público en La Habana.
El deshielo ha traido la repertura de las embajadas y las reuniones bilaterales de alto nivel. Avances que Obama ha intentado blindar y que Trump, en campaña, prometió frenar.
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Ahora está por ver si cumple esa promesa y qué pasa con el embargo del que durante años ha sido también el enemigo número uno de EEUU.