Cinco años después la tragedia de Fukushima puede volver a ocurrir. Ecologistas de todo el mundo exigen al Gobierno japonés que cierre todas sus centrales nucleares y busque energía alternativa, limpia y segura. El tsunami de aquel 11 de marzo del 2011 levantó olas de 20 metros y provocó un desastre nuclear que, según Greenpeace, parece que el mundo no ha aprendido.