El ensayo también fue detectado por el Comando estadounidense del Pacífico en Hawai y por el Ministerio japonés de Defensa, que señaló por su parte que el misil recorrió la trayectoria durante unos 30 minutos antes de caer a unos 400 kilómetros en aguas de la zona económica exclusiva (ZEE) japonesa.
La titular de Defensa del archipiélago japonés, Tomomi Inada, explicó que el proyectil alcanzó una altitud máxima de unos 2.000 kilómetros, lo que podría indicar que se trata "de un nuevo misil en fase de desarrollo" de alcance intermedio, en declaraciones a los medios de su país.
Las autoridades japonesas creen que Corea del Norte podría haber forzado la altitud de la trayectoria balística del misil con el objetivo de poner a prueba su potencia sin aproximarse más a territorio nipón, añadió Inada.
Se trata del primer test armamentístico de este tipo en dos semanas, y tiene lugar después de que asumiera su cargo el nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in Moon, quien ha convocado una reunión de emergencia del Consejo Nacional de Seguridad para tratar la situación.