La respuesta de Corea del Norte a las últimas sanciones de la ONU no se han hecho esperar. El país comunista "anulará el lunes 11 todos los acuerdos de no agresión alcanzados entre el Norte y el Sur" tras la Guerra de Corea que duró desde 1950 hasta 1953, ha indicado el régimen de Kim Jong-un en un comunicado.

Esta nueva amenaza se une a la de cortar la línea de comunicación con el Sur y a la de realizar ataques militares "sin piedad", después de que la ONU ampliara sus sanciones en la resolución 2094.

Con la unánime aprobación de los quince miembros del Consejo de Seguridad e impulsada por Estados Unidos y China, la nueva resolución endurece las sanciones que ya afrontaban las autoridades de Corea del Norte por su programa nuclear y establece nuevas restricciones, especialmente de carácter financiero.

La respuesta norcoreana de abandonar el Armisticio de 1953 plantea dudas sobre si el militarizado país comunista puede llegar a tomar medidas físicas en las próximas semanas.

Fuentes del Ejército de Corea del Sur han advertido de la posibilidad de una agresión norcoreana a lo largo de los 248 kilómetros de la Zona Desmilitarizada que divide a los dos países o en la frontera marítima, donde Pyongyang ya acabó con la vida de cuatro surcoreanos en el bombardeo a Yeonpyeong de 2010.

Una portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano ha indicado que Corea del Norte "legalmente no puede revocar el armisticio, ya que el acuerdo requiere la conformidad de ambas partes para su anulación".

Pero ha confirmado que el Ministerio encargado de las relaciones con el Norte "permanece en máxima alerta" hacia el país vecino, aunque desconoce sus intenciones.

Además de anunciar la inminente ruptura del alto el fuego, Corea del norte ha asegurado que posee misiles de largo alcance con ojivas nucleares capaces de convertir en "un mar de fuego" Washington y otros centro neurálgicos de Estados Unidos y sus aliados.

A pesar de la aparente gravedad de la amenaza, expertos internacionales creen que a día de hoy el país carece de la tecnología necesaria para instalar ojivas nucleares en sus misiles de medio y largo alcance.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Seúl aseguró hoy que "si Corea del Norte ataca al Sur con un arma nuclear, el régimen de Kim Jong-un desaparecerá de la tierra" por la contundente respuesta internacional.

En este panorama, el poderoso Ejército Popular de Corea del Norte ha intensificado sus maniobras en el frente occidental, con Seúl y alrededores bajo el punto de mira, y la próxima semana sus fuerzas de tierra, mar y aire podrían realizar un ejercicio militar a gran escala, según fuentes militares surcoreanas.

Mientras tanto, Estados Unidos mantiene unos 28.500 efectivos militares en Corea del Sur y sostiene el compromiso de defender a su aliado.