El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi han desatado la polémica por el descorche de una botella de Jerez de 1775 valorada en 88.000 euros, durante su reciente visita a la anexionada Crimea. La Fiscalía de Crimera ha abierto un proceso penal por apropiación indebida de propiedad estatal.