Cientos de croatas y eslovenos han protestado alrededor de una valla con concertinas levantada por Eslovenia para evitar el paso de refugiados. Con las manos pintadas de rojo y jugando al voleibol han reclamado la retirada de las alambreras.Estas, que habían comenzado a levantarse la semana pasada en la frontera de ambos países, se han decorado como si se tratase de un árbol de Navidad.