Desde el 14 de septiembre del 2010 llevaban rehenes cuatro franceses, que fueron secuestrados por Al Qaeda en unas instalaciones mineras en Arlit, norte de Níger. Han contado el terrible infierno que han vivido, sabiendo que en cualquier momento podían ser ejecutados. Varios medios aseguran que el Gobierno francés ha pagado 20 millones de euros de rescate, sin embargo, Hollande lo niega.