La organización terrorista ha reconocido la autoría del ataque en un comunicado y lo ha enmarcado dentro de su lucha "contra los protectores de la cruz". A través de un comunicado, detalla que el terrorista usó granadas y una ametralladora y causó unas 150 víctimas entre muertos y heridos en el club Reina. Daesh afirma que esta acción es en "venganza" por los bombardeos contra musulmanes que efectúa Turquía en territorio sirio, por lo que acusó al gobierno de Ankara de ser "servidor de la Cruz".
"Que el Gobierno apóstata de Turquía sepa que la sangre de los musulmanes que se está derramando por los bombardeos de sus aviones va a convertirse en fuego en su propia casa", se indica en el texto del grupo yihadista. Además, la nota también indica que "un heroico soldado del califato atacó una de las discotecas más famosas, donde los cristianos celebraban su fiesta apóstata".
El ataque tuvo lugar en la exclusiva discoteca situada en la orilla europea del río Bósforo, donde varios cientos de personas festejaban la llegada del Año Nuevo. Según el diario turco HaberTürk, el terrorista descargó 180 balas antes de abandonar su arma en el local y darse a la fuga. Turquía apoya a las facciones rebeldes en Siria y desde agosto pasado participa con carros de combate y aviones de guerra en una operación para combatir a Daesh en el norte del país vecino.