Daniel Sancho habría apuñalado a Edwin Arrieta, que cayó y se golpeó en la cabeza, antes de descuartizarlo. Es el relato de la Policía de Tailandia sobre el asesinato premeditado que, sostienen los agentes, habría cometido el hijo del actor Rodolfo Sancho, en prisión provisional en el país asiático. La causa de la muerte, sin embargo, aún no está clara.
Así lo han indicado este martes portavoces policiales, entre ellos el subdirector de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparn, en una rueda de prensa desde Koh Phangan, en la que en todo momento han descartado la hipótesis de un accidente: los agentes están convencidos de que el joven español planificó el asesinato, un crimen por el que generalmente -han dicho- se pide la pena capital.
Según la Policía tailandesa, el joven español compró el material empleado en el crimen antes de que llegase la víctima, a la que apuñaló en el pecho. De hecho, han mostrado a los periodistas imágenes de las marcas que quedaron en la camisa de la víctima, y han precisado que, aunque inicialmente Sancho aseguró que había sido un accidente, posteriormente confesó el apuñalamiento.
Tras asestarle la puñalada, la víctima cayó y se dio un golpe en la cabeza contra el lavabo, pero no se ha podido confirmar si le causó la muerteel golpe o la herida punzante. En este sentido, según recoge la agencia Efe, la Policía aún está esperando que los resultados de la autopsia confirmen definitivamente la causa del deceso.
Los agentes también han detallado que Sancho usó dos cuchillos. Una vez muerto Arrieta, han precisado, el ahora detenido tardó unas tres horas en descuartizar su cuerpo y se quedó una noche más en la habitación para limpiarlo todo. En el joven no se encontraron restos de alcohol o drogas, de acuerdo con la versión policial, que apunta que Sancho confesó haber matado al cirujano colombiano "porque quería dejar la relación y Edwin no lo quería así". Asimismo, reconoció haberse deshecho de sus pertenencias.