El ministerio británico de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales ha anunciado este viernes oficialmente el estado de sequía en algunas zonas de Inglaterra. En concreto, el anuncio se refiere al sur, centro y este del país. En Escocia e Irlanda del Norte, en cambio, las temperaturas están en torno a los 25 grados.
La decisión fue tomada tras una reunión del Grupo Nacional de Sequía, integrado por representantes del propio ministerio de Medio Ambiente, compañías de agua, Agencia de Medio Ambiente, el Sindicato Nacional de Ganaderos y el regulador del servicio de agua Ofwat.
Ola de calor
En el día de ayer la Oficina de Meteorología (Met) declaró una alerta ámbar (una por debajo de la máxima, roja) por calor extremo que afecta en concreto al centro y sur de Inglaterra y parte de Gales. Se trata de la segunda ola de calor del verano y estará vigente hasta el domingo.
Las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 37 grados en algunas zonas, algo por debajo de las registradas en la primera ola (roja, por primera vez en la historia del país) que tuvo lugar a principios de julio, cuando se llegaron a los 40 grados. Según la Met, la ola de calor puede tener un efecto en la salud de los más vulnerables, como niños y ancianos.
Largos periodos sin llover
Una complicada situación que se une a la escasez de lluvias del mes pasado, el que fue el julio más seco registrado en parte del país. "El Gobierno y otros socios ya están tomando medidas, incluida la Agencia de Medio Ambiente, para gestionar los impactos", asegura ante los medios de comunicación británicos el secretario de Estado del Agua, Steve Double. Según afirma, los suministros esenciales están asegurados por todas las compañías de agua. "Hemos dejado claro que es su deber", agrega. El secretario de estado del Agua aclara que el país está mejor preparado que nunca para estos periodos de clima seco, pero asegura que se tomarán medidas adicionales si fuera necesario.
Restricciones en el uso del agua y riesgo de incendios
Tras la declaración de la alerta, las compañías suministradoras de agua potable pueden empezar a imponer restricciones sobre el uso del agua a fin de conservar reservas. Una de las disposiciones que ya han tomado algunas compañías de agua de Gales y el sur de Inglaterra es la prohibición del uso de mangueras para regar jardines o lavar automóviles.
La ausencia de lluvias durante este mes ha provocado que los pastos estén muy secos con lo que, según avisa la Met, hay un riesgo "excepcional" de incendios, por lo que se recomienda a la población que evite hacer barbacoas.