El principal sospechoso del tiroteo en Texas que la pasada semana se cobró la vida de cinco personas ha sido arrestado en la localidad texana de Cut and Shoot, a pocos kilómetros del lugar donde tuvo lugar la masacre, según han confirmado las autoridades.

En una rueda de prensa en la noche del martes, el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, ha confirmado que Francisco Oropesa se encuentra bajo custodia policial y que fue descubierto escondido en un armario después de que un ciudadano diera un soplo al FBI. Capers asimismo ha indicado que la persona que dio el aviso recibirá una recompensa de 80.000 dólares.

Oropesa se enfrenta a cinco cargos de asesinato y está retenido bajo una fianza de cinco millones de dólares. "Está entre rejas, y vivirá su vida entre rejas por matar a esas cinco personas", ha aseverado el sheriff, que ha enviado un mensaje de tranquilidad a los familiares de las víctimas.

Oropesa, de 38 años, estaba estaba disparando con su fusil semiautomático en el jardín de su casa el viernes por la noche en la localidad de Cleveland cuando uno de sus vecinos le pidió que dejara de hacer ruido porque era muy tarde y la familia, incluidos los niños, no podía dormir.

El hombre respondió irrumpiendo en su vivienda para dispararles en el cuello y la cabeza, como si se tratara de una "ejecución", según el informe policial. Dentro de la vivienda había 10 personas y cinco perdieron la vida: Daniel Enrique Lazo, de nueve años; Sonia Argentina Guzmán, de 25; Diana Velásquez Alvarado, de 21; Obdulia Molina Rivera, de 31, y José Jonathan Cáceres, de 18 años.

En la persecución del fugitivo, que se extendió durante cuatro días hasta su detención, han participado más de 200 agentes de diferentes agencias de seguridad.