Reino Unido ha comenzado su particular día uno tras su adiós a la Unión Europea, y un mismo tema sobresale en todas partes: el Brexit. Buena parte de lo que se vende en mercados como el 'Borough Market' viene del otro lado del Canal. "Casi seguro que esta fruta es de España", apunta un cliente.
Los británicos creen que tras el periodo de transición esa fruta seguirá viniendo, pero temen que sea más cara. "Al final la gente trabajadora tendrá que pagar el precio", comenta un camarero británico. No es el único que así lo piensa. "El jamón ibérico por ejemplo, nos preocupa que suba tanto que sea como el caviar", apunta otro empleado del 'Borough Market'.
Muchos llevan años viviendo allí y ahora se sienten distintos. Es la sensación compartida por muchos londinenses que ha llegado a las portadas del país. Como ha sucedido entre los británicos, en la prensa también se ha dado división entre los que dicen adiós y los que creen que llega su momento tras cortar, por fin, lazos con Europa.
Así, en el fronterizo puerto de Dover ha amanecido el primer día, según ha destacado Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, de "un nuevo tiempo", y ha añadido: "No es un final, sino un principio. Es el momento en el que amanece y se levanta el telón de un nuevo acto".
Para el premier, es el momento de recuperar el control y hacer realidad las promesas del Brexit. Es lo que esperan en la calle. "Espero que el país pueda prosperar en términos de empleo", reclama un vecino de Reino Unido. Es el mismo deseo que se da en Gibraltar, donde querían quedarse en la Unión Europea y ahora están resignados.
"Es lo que ha pasado y tenemos que vivir con ello", se limita a decir un vecino de la zona. Mientras, en Bruselas la despedida ya es real. Allí no queda ya ni la placa de la representación británica en la Unión.