El director del servicio de emergencias de la Maui, la isla hawaiana devastada por unos incendios que dejan al menos 110 muertos, ha dimitido días después de asegurar que no se arrepentía de no haber hecho sonar las alarmas. Herman Andaya ha presentado este jueves su dimisión alegando motivos de salud y sin especificar más detalles, según recoge la cadena estadounidense 'CNN'.
Su renuncia, sin embargo, se produce en un momento en el que se debate por qué no sonó el sistema de sirenas de la isla, utilizado sobre todo para lanzar alertas por tsunami. Preguntado al respecto, Andaya aseguró que no estaba arrepentido de no haberlas hecho sonar porque habrían provocado que las personas se hubieran desplazado al interior de la isla y "se hubieran metido en el fuego".
"Dada la gravedad de la crisis a la que nos enfrentamos, mi equipo y yo colocaremos a alguien en este puesto clave lo antes posible, y espero hacer pronto ese anuncio", ha declarado tras su renuncia el alcalde del condado de Maui, Richard Bissen.
El jueves, el Pentágono informaba de que más de 800 militares, guardias costeros y personal civil del Departamento de Defensa seguían luchando contra el fuego en el oeste de la isla, con el objetivo de minimizar el impacto medioambiental marítimo y rescatar a cualquier persona que se arroje al agua para huir de las llamas. A tal efecto, se ha creado una "zona de seguridad" de unos 183 metros desde el puerto de Lahaina, la ciudad más afectada, hacia el océano.
Al menos 110 personas han fallecido a causa del fuego en Hawái, según cifras aportadas el miércoles por el gobernador del estado, Josh Green, que indicó que los equipos de rescate habían logrado peinar cerca de un 38% de la zona más afectada.