Jérôme Cahuzac, ha sido el último alto cargo extranjero en apuntarse a esta ética política que en nuestras fronteras parece brillar por su ausencia. El presidente de Francia, François Hollande, le ha retirado de la cartera de Presupuesto y ha admitido su dimisión porque la Fiscalía le investiga por haber tenido supuestamente una cuenta no declarada en Suiza.

Dimisiones: ¿Utopía en España? 
En un país como España resulta difícil imaginar que un alto cargo dimita por verse envuelto en un caso de corrupción, más aún si lo hace antes incluso de ser imputado o condenado, solo por el mero hecho de que se haya iniciado una investigación.

Sin embargo,  esas cosas suceden y no lo hacen en países ni lejanos ni remotos. Porque, por ejemplo, que un ministro deje voluntariamente su cargo por una multa de tráfico nos puede sonar a 'País de las Maravillas', pero que, además, le condenen a cárcel por ello ya se presentaría como un tema de ciencia ficción. Pues no señores, ni una cosa ni la otra. El tipo es de este mundo, concretamente de Inglaterra, el  liberaldemócrata Chris Huhne y, efectivanmente, ha sido condenado por su falta.

Ahora pongámonos en otro caso al que podríamos llamar ‘el supuesto del copia y pega’. ¿Dimitiría un ministro de Educación español por haber hecho el clásico ‘copy-paste’ en sus tiempos de universitarios? No seamos mal pensados, puede que tomaran a pies juntillas el ejemplo alemán -que eso de obedecer a Alemania no se le da tan mal a los ministros españoles- y allí la ministra de Educación, una de las más cercanas a Merkel, dimitío tras descubrirse que había plagiado su tesis doctoral.