La nueva norma autoriza a los médicos a que seden a los pacientes en fase terminal que lo soliciten mientras se les retira los tratamientos y aguardan la muerte.

Este ha sido uno de los puntos más polémicos del texto, puesto que los contrarios a la eutanasia consideran que la retirada de alimentación e hidratación provoca sufrimiento al paciente.

Otra de las novedades de la ley es que convierte en obligatorio el cumplimiento del llamado testamento vital, en el que todas las personas pueden dejar escrito lo que consideren que debe hacerse en caso de que entren en fase terminal y no estén en condiciones de comunicarlo en esa etapa.

Hasta ahora, ese testamento debía ser tenido en cuenta por los médicos, pero su cumplimiento no era obligatorio.

La ley, que cuenta con un gran respaldo social, según recientes sondeos publicados, pasará ahora a ser debatida en el Senado, donde está previsto que se apruebe antes del verano.