La directora de la Agencia del Medicamento danesa, Tanja Erichsen, ha sufrido un desmayo cuando comparecía junto a otras autoridades sanitarias del país para anunciar la eliminación definitiva de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford de su plan de inmunización tras la aparición de eventos trombólicos.
Erichsen se ha desplomado en plena rueda de prensa, y los asistentes han procedido a su atención inmediata. Afortunadamente, se ha recuperado a los pocos minutos.
Dinamarca suspendió la administración del fármaco de AstraZeneca el 11 de marzo, después de que se constataran varios casos de personas jóvenes que habían sufrido trombosis tras recibirlo. En el país europeo ha muerto una mujer de 60 años por uno de estos episodios después de ser inoculada. Cerca de 150.000 personas han recibido la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca en Dinamarca, que había comprometido 5,2 millones de dosis y posee alrededor de 220.000 dosis en stock.
Ahora, las autoridades deben ofrecer otra vacuna a los ya inmunizados con la primera dosis, que volverán a entrar en la cola de vacunación.
La suspensión del uso del inmunizador retrasará el fin de la campaña de vacunación danesa hasta el 31 agosto, según el calendario de vacunación actualizado tras conocerse la decisión. Además, se ha congelado temporalmente la aplicación del fármaco de Johnson & Johnson, también posiblemente vinculado con los trombos. Dinamarca ha recibido este miércoles las primeras dosis de esta, un total de 38.400.
Tras el anuncio, República Checa se ha ofrecido a comprar las dosis de AstraZeneca sobrantes en Dinamarca. "Estamos preparados para comprar (la vacuna de) AstraZeneca a Dinamarca", ha trasladado el ministro del Interior, Jan Hamacek, a través de su cuenta de Twitter.
Por el momento, no está claro si las dosis sobrantes están en venta y tampoco si la transacción entre los dos países estaría permitida bajo las reglas de la Unión Europea.