La trata de blancas deja más de dos millones de víctimas esclavas sexuales en el mundo, un negocio que supone más de 11 millones de euros al año. México se convirtió en uno de los principales exportadores de víctimas como Karla, una joven que siendo niña fue violada 43.000 veces tras ser obligada con 12 años por su pareja a prostituirse.