Boris Bondarev, diplomático de la misión rusa ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra, ha presentado su renuncia por "la agresión desatada" por el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre Ucrania. Una guerra, ha dicho, que es también "un crimen" contra el pueblo ruso.
En una carta publicada en su perfil de LinkedIn, Bondarev, que hasta ahora había ejercido como consejero en la Misión Permanente de Rusia ante Naciones Unidas, ha explicado que "nunca" se ha sentido "tan avergonzado" de su país como cuando el presidente Putin anunció el inicio de la invasión el 24 de febrero de este año.
"Durante 20 años de carrera diplomática he visto diferentes giros de nuestra política exterior, pero nunca me he sentido tan avergonzado de mi país como el 24 de febrero de este año", ha encabezado Bondarev su misiva.
"La guerra de agresión desatada por Putin contra Ucrania, y de hecho contra todo el mundo occidental, no es solo un crimen contra el pueblo ucraniano, sino también, quizás, el crimen más grave contra el pueblo de Rusia, con la letra Z en negrita cruzando todas las esperanzas y perspectivas de una sociedad libre próspera en nuestro país", continúa.
"Aquellos que concibieron esta guerra solo quieren una cosa: permanecer en el poder para siempre, vivir en palacios pomposos, navegar en yates comparables en tonelaje y coste a toda la Armada rusa, disfrutando de poder ilimitado y total impunidad. Para lograrlo están dispuestos a sacrificar tantas vidas como sea necesario. Miles de rusos y ucranianos ya han muerto solo por esto", denuncia.
En la carta, Bondarev -desde 2002 en el servicio diplomático ruso- ha admitido que si bien "durante estos veinte años el nivel de mentiras y falta de profesionalismo en el Ministerio de Asuntos Exteriores ha ido en aumento", en los últimos tiempos la situación "se ha vuelto simplemente catastrófica". "En lugar de información imparcial, análisis y pronósticos sobrios, hay clichés de propaganda en el espíritu de los periódicos soviéticos de la década de 1930. Se ha construido un sistema que se engaña a sí mismo", ha asegurado.
Bondarev ha afirmado que ya en el Ministerio de Asuntos Exteriores "no se trata de diplomacia", sino de "belicismo, mentiras y odio", pues está al servicio "de unos pocos", lo que contribuye a "un mayor aislamiento y degradación" del país. "Rusia ya no tiene aliados y no hay nadie a quien culpar sino a su política temeraria y mal concebida", ha apuntado.
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Finalmente concluye la carta lamentado la deriva del ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov -quien "ha pasado de ser un intelectual profesional y educado" a alguien "que constantemente emite declaraciones contradictorias y amenaza al mundo con armas nucleares"- y señalando que tras años de trabajo y estudios diplomáticos ya no puede seguir con esta "ignominia sangrienta, estúpida y absolutamente innecesaria" que es la guerra de Ucrania. Antes que Bondarev ya presentó su dimisión el histórico dirigente ruso Anatoli Chubais, que si bien algunas fuentes señalan que lo hizo por discrepar con la guerra iniciada por Putin, no se han hecho oficiales los motivos.