Así lo señaló el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, que el próximo lunes se entrevistará en Londres con su colega británico, William Hague, para tratar el caso. Patiño dijo que en la reunión, Hague "debe conocer nuestra absoluta decisión de mantener la protección y el asilo al señor Assange", basada en fundamentos jurídicos y en la normativa internacional sobre derechos humanos.
Assange se refugió en la embajada ecuatoriana el 19 de junio de 2012, después de que el Tribunal Supremo, máxima instancia judicial británica, autorizara su extradición a Suecia, donde es requerido por supuestos delitos sexuales que él niega. Ecuador ha reclamado a Londres un salvoconducto en favor de Assange, aunque la Policía británica tiene orden de detenerlo apenas ponga un pie fuera del edificio diplomático.
Patiño dijo que entregará a Hague un documento en el que se demuestra, "con una excelente fundamentación jurídica, que el Reino Unido no sólo puede (...) sino que debe otorgar el salvoconducto" a Assange, para cumplir así con el derecho internacional. "Esperamos que Hague vea con suficiente espíritu de apertura el documento que le vamos a llevar" y que ratifica las consideraciones del asilo otorgado por Ecuador a Assange, así como las normas del derecho internacional que amparan esa decisión.
Incluso mencionó que las leyes europeas respaldan la posición ecuatoriana, sobre todo una que precisa que ninguna persona deberá ser entregada a otro país, en caso de que enfrente a la pena de muerte, torturas u otro trato inhumano o degradante.
Y es que Assange considera que, si es extraditado a Suecia, puede ser llevado posteriormente a Estados Unidos, donde podría ser condenado por haber filtrado información clasificada de ese país. "Estamos convencidos de que hemos hecho bien al concederle el asilo", remarcó Patiño e insistió en que el Reino Unido tiene una "obligación internacional" frente a un asilado.
Cada día que pasa Assange confinado en la embajada ecuatoriana en Londres, aumenta la violación de sus derechos humanos, señaló el canciller. "Está coartado su derecho a la intimidad, su derecho a la movilidad, a una vida regular, a la salud", y por eso se pedirá al Gobierno británico que "le permita al señor Assange tomar el sol, a disfrutar del calor y del sol, porque lastimosamente, en este momento, ya tiene un año de no tomar sol", enfatizó Patiño.
Assange "puede tomar sol solo a través de la ventana" de su habitación en el edificio de la embajada, dijo el canciller y recriminó: "Ni al más avezado delincuente se le niega esto; peor a un señor cuya culpabilidad no ha sido demostrada hasta ahora". "Creemos que tiene el elemental derecho de tomar sol", pero también, "si es necesario, en algún momento, por emergencia, movilizarlo a él para que se atienda de sus temas de salud", sin que pierda su condición de asilo, apuntó Patiño.
Tampoco es necesario "un cordón policial tan grande" como el que la policía británica tiene montado en torno a la embajada, añadió y ratificó que su país no usará "ninguna vía subrepticia" para que Assange pueda abandonar el sitio. "Estamos claros, hablamos de frente, presentamos las cosas como un gobierno responsable" y, por lo tanto, "no es necesario que tengan una presencia tan masiva de policías fuera de nuestra embajada", que además afecta al desenvolvimiento de la misma, aseguró.
Patiño, finalmente, aclaró que su vista a Londres y su encuentro con Assange, no tiene por motivo "celebrar" el aniversario de su estadía en la Embajada. "No hay que celebrar nada. Hay que reclamar" por su situación, apostilló el canciller ecuatoriano.