El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha asegurado que "no hay pruebas" de que el ataque llevado a cabo por Israel contra trabajadores de la ONG World Central Kitchen (WCK) en la Franja de Gaza haya sido "deliberado".
"Su pregunta supone, a esta hora tan temprana, que fue un golpe deliberado, que sabían exactamente a qué estaban golpeando, que estaban golpeando a trabajadores humanitarios y lo hicieron a propósito, y no hay pruebas de ello", ha señalado en rueda de prensa en respuesta a una pregunta de un periodista.
En este sentido, ha explicado que el Departamento de Estado estadounidense "cuenta con un proceso". "Y hasta la fecha, mientras usted y yo hablamos, no han encontrado ningún incidente en el que los israelíes hayan violado el Derecho Humanitario", ha sentenciado.
Kirby ha señalado, además, que Washington espera "que la investigación" liderada por Israel "se complete y sea lo más transparente posible", agregando, no obstante, que no van a dictar una "fecha en el calendario" a su aliado israelí.
El ataque, que se ha saldado con la muerte de siete trabajadores humanitarios de la ONG del chef español José Andrés, tuvo lugar en la zona de Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza y, según la propia organización, los fallecidos tenían nacionalidad británica, polaca, australiana, palestina y estadounidense-canadiense.
La ONG WCK, que ha paralizado sus operaciones en el enclave palestino tras el ataque, ha explicado que el convoy, alcanzado al salir de un almacén tras descargar 100 toneladas de alimentos, estaba coordinado con el Ejército israelí.
Los trabajadores de WCK se encontraban en el enclave palestino en plena misión humanitaria, en colaboración con la ONG Open Arms, para establecer un corredor humanitario marítimo entre Chipre y Gaza y sortear así las enormes trabas impuestas por Israel para la entrega de ayuda por vía terrestre.