Los egipcios han acudido este sábado a las urnas para votar en el referéndum sobre la nueva Constitución en un ambiente de tranquilidad pese a las denuncias de la oposición que acusan a los Hermanos Musulmanes de "falsear el plebiscito".
Votan en 10 provincias de Egipto un referéndum que Mursi se empeña en sacar adelante sin consenso. El presidente ha sido de los primeros en votar a favor de la nueva Constitución impulsada por los islamistas.
Mientras los simpatizantes de las corrientes laicas rechazan la Constitución por la falta de consenso nacional y el dominio de los islamistas en la Asamblea Constituyente, los votantes islamistas radicales se oponen porque, a su juicio, la nueva Carta Magna no adopta la ley islámica como fuente única de la legislación.
La oposición llama al boicot y solicitan una nueva versión del texto. Mientras tanto las protestas y los enfrentamientos continúan en la calle.
7.000 jueces controlan las votaciones en las que participarán alrededor de 50 millones de egipcios, aunque no habrá observadores internacionales. Habrá 400.000 soldados y policías con los que el Gobierno tratará de contener las tensiones que ha provocado la nueva Carta Magna.
La oposición sigue rechazando la reforma en las calles y pide a los ciudadanos que voten con NO a la Constitución que limita las libertades fundamentales de los egipcios.
Casi 3.000 egipcios ya votaron la semana pasada por correo desde España. Uno de ellos fue Amir Hamir, egipcio residente en España, que ha declarado que el proceso de votación por correo es "un completo desastre, nosotros desde aquí no podemos votar porque no nos dejan casi tiempo". El caos en el que vuelve a estar sumido el país se refleja también en el voto por correo.