El Ejército iraquí avanzó inicialmente hacia el sur de forma rápida, pero se ha visto frenado por la presencia de minas antipersona, artefactos explosivos en la carretera y francotiradores.
Milicianos peshmerga kurdos y fuerzas antiterroristas del Ejército iraquí expulsaron a los yihadistas de la estratégica presa de Mosul y planean ya un asalto contra esta ciudad, situada en el norte del país, para tratar de recuperar su control.