Tras haber perdido la pista hace cinco meses de su pequeña de 4 años, de nombre Oumoh, la madre aterrizaba sonriendo en el aeropuerto de Palermo procedente de Túnez.
Por fin, la pequeña y su madre han vuelto a sentirse, en un abrazo interminable. "No la he abandonado, yo no quería dejar a mi niña. Ella es mi sangre, ella es mi hija", explicaba la madre.
Huyeron de Costa de Marfil cuando la madre decidió salvarla de la ablación y llegaron a Túnez, donde la madre la dejó con otra mujer porque la pobreza le obligó a volver a su país a ganar dinero.
La mujer y la niña se embarcaron rumbo a Italia pero no llegaron juntas. La pequeña llegó sola a Lampedusa, nadie sabía quien era y durante días nada se supo de su identidad.
Fue otra niña quien la reconoció en una foto y a partir de ahí la Policía consiguió dar con la madre. La suerte de un destino que además ha querido regalarle a una mujer coraje volver a tener a su niña en brazos.