Según la declaración publicada por la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile, a través del Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA), el avistamiento, del que se han publicado las imágenes, no pudo ser confirmado por el radar.
La declaración explica que el 11 de Noviembre de 2014, un helicóptero de la Armada de Chile (Airbus Cougar AS-532), equipado con una cámara de alta definición FLIR infrarroja, se encontraba patrullando en el sector costero comprendido entre el puerto de San Antonio y Quinteros a las 16.48 UTC, cuando el oficial operador de la cámara detectó un objeto desconocido, que volaba aparentemente a una velocidad constante similar a la del helicóptero, y que se desplazaba adelante.
El avistamiento fue confirmado visualmente por los dos oficiales que conformaban la tripulación (piloto y operador de cámara) y tuvo una duración superior a los 10 minutos.
Los oficiales interrogaron al Control de Tránsito Aéreo cuyo radar no logró detectar el objeto. Tampoco recibieron respuesta del tránsito desconocido al intentar interrogarlo en la frecuencia dispuesta para estos casos. El sistema de control de radar de la DGAC no logró captar el objeto pero confirmó a su vez, la ausencia de tráfico autorizado en las cercanías del helicóptero. En dos ocasiones, el objeto parece arrojar una estela de algún elemento que no se ha podido precisar.
Según el CEFAA, Algunos analistas han sugerido la hipótesis de que se trate de un avión de línea de mediano tamaño y que las estelas del elemento que se desprende, pueda ser el agua de reserva del interior del aparato, arrojado por la tripulación. Sin embargo, meteorología afirma que ni la altitud a la que se desplazaba el objeto, ni la temperatura ambiente de ese momento, permitían tal tipo de estela de condensación. El objeto desapareció perdiéndose entre las nubes.
El Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos, tras un extenso estudio del caso, decidió catalogarlo como FANI (Fenómeno Aéreo No Identificado).