El papa se mostró tajante durante el acto de clausura del III Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, al instar a los alrededor de 5.000 participantes a rebelarse contra este sistema económico y a asistir a quienes más sufren o menos tienen.
Sus palabras resonaron en el aula Pablo VI del Vaticano: "¿Quién gobierna entonces? El dinero ¿Cómo gobierna? Con el látigo del miedo, de la inequidad, de la violencia económica, social, cultural y militar que engendra más y más violencia".
Ese "control global del dinero" genera, en opinión del pontífice argentino, un "terrorismo de base" del que a su vez emanan otros "terrorismos derivados, como el narcoterrorismo, el terrorismo de Estado o lo que erróneamente algunos llaman terrorismo étnico o religioso".
En ese momento Francisco exclamó que "ningún pueblo ni religión es terrorista", aunque al mismo tiempo reconoció que "hay pequeños grupos fundamentalistas en todos los lados". Sea como fuere, aseveró que "toda la doctrina social de la Iglesia (...) se rebela contra el ídolo-dinero" que, según sostuvo, "reina en lugar de servir, tiraniza y aterroriza a la humanidad".
El papa volvió a denunciar una situación que le preocupa sobremanera: "la vergüenza" y el drama que viven miles de personas que se ven obligadas a abandonar sus tierras a causa de los conflictos.