Con el debate centrado en quién y cómo pagará el muro, ni siquiera sabemos a cuánto ascenderá la factura, porque dependerá de cómo sea el muro.
"Es una incógnita el modelo de muro, si será de hormigón o simplemente barras", explica José Antonio Gurpegui, catedrático de Estudios Norteamericanos.
El decreto para construir el muro ya está firmado, pero llevarlo a la práctica es más complicado.
"Recordemos que el primer decreto que firmó Obama fue el cierre de Guantánamo y sigue abierto. En el caso del muro hay una serie de impedimentos. Hay que reformar siete leyes medioambientales", añade el catedrático Gurpegui.
Con estos impedimentos parece difícil cumplir el plazo previsto por Trump. "Antes de un año dudo mucho que se pueda construir el muro", apunta José Antonio Gurpegui.
Lo que sí está claro, dicen los expertos, es que no servirá para el objetivo que defiende el presidente.
"No va a parar ese flujo migratorio ni mucho menos. El 70% de los inmigrantes ilegales de latinoamérica entra por los aeropuertos. Es fundamentalmente una medida efectista, de cara a la galería. Actualmente es mayor el número de ilegales que se marchan de EEUU que los que entran".
Con las deportaciones al alza y un futuro cada vez más incierto, Estados Unidos ha dejado de ser para muchos la tierra de las oportunidades.