Entre los 3.000 vecinos de Láncara, en Lugo, destaca el apellido de una familia: los Castro. Por eso, la muerte de Fidel se ha sentido aquí especialmente. "Con mucha tristeza porque era una persona que amaba Láncara", asegura su alcalde, Darío Piñeiro.
En una casa de la localidad nació Ángel Castro, un gallego que, como muchos otros, emigró a Cuba en busca de fortuna. Años después, su hijo, Fidel Castro, se convertía en el líder de la revolución cubana.
El comandante no olvidó sus raíces gallegas y en julio de 1992, visitó la casa de su padre. "No hablaba mucho de Galicia, le daba tristeza", reconocía Fidel Castro. Pidió entrar solo y, llaves en mano, accedió a la vivienda familiar. Una casa humilde con apenas un banco de madera y un hogar para el fuego.
En su visita a Láncara, Fidel Castro estuvo acompañado por Manuel Fraga. Después de la visita a la vivienda familiar, una romería popular completó la jornada. No faltó pulpo, vino y de postre, una partida de dominó que ganó Fraga.
24 años después de esa visita, en Láncara Fidel Castro todavía conserva familia, como su prima Manuela de 103 años. Aún recuerda las visitas del hijo del comandante. "Vino un hijo aquí a mi casa y se portó muy bien", cuenta Manuela Arguiz Castro, prima de Fidel y Raúl Castro. En Láncara han perdido a su hijo adoptivo.