El cambio no ha sido el esperado. Donald Trump se convertía en presidente y ni el actor que interpreta en el cine al mismísimo Capitán América podía ocultar su decepción. "Esta es una noche vergonzosa para Estados Unidos. Hemos dejado que un matón lidere nuestro camino. Estoy destrozado, declaraba Chris Evans en su cuenta de Twitter.
Algunos como Naomi Campbell intentaban echarle humor al asunto, en su cuenta de Twitter decía: "Viendo la CNN así" junto a un gif de Marilyn Monroe bebiendo de una petaca.
Con alcohol o sin él, los más decepcionados son los que han apoyado activamente a Hillary Clinton durante la campaña, como Lady Gaga que aseguraba que "una mujer sería la presidenta de los Estados Unidos.
El pesimismo se apoderaba de ella y de Cher, ambas pedían en sus cuentas de Twitter "una oración por los Estados Unidos" e instaban a que cada uno se preguntara: "¿he hecho todo lo que podía?".
Los más beligerantes con el resultado electoral son los actores que representan a los colectivos que más ha machacado Trump en campaña, como Gael García Bernal. "Construyan su pinche pared. La historia se hará cargo del plan fallido para que México pague", twitteaba.
Incluso el cineasta Michael Moore, dejaba este mensaje que escribió un sociólogo estadounidense en los 80. "La próxima ola de fascismo no vendrá con carros de ganado y campos de concentración. Llegará con una cara amable".
Pero tanta decepción dejaba paso a los que no quieren rendirse como Katy Perry o Madonna, asegurando que "no van a dejar liderar al odio" ni "van a ceder". Comienza una nueva época para la cultura en los Estados Unidos.