El presidente de EEUU, Barack Obama, ha prometido llevar a cabo una "transición pacífica" de poder, algo que, según ha dicho, es una de las "señas de identidad" de la democracia del país, pese a admitir que tiene "muy significativas diferencias" con el elegido para sucederle en la Casa Blanca, Donald Trump.
"Estamos todos en el mismo equipo. No somos republicanos o demócratas primero, sino americanos primero, patriotas primero y todos queremos lo mejor para nuestro país", ha enfatizado Obama en su primera comparecencia desde la Casa Blanca tras las elecciones, ganadas por Trump frente a su rival demócrata, Hillary Clinton, contra todo pronóstico.
Según Obama, ese mismo mensaje fue el que ha escuchado "directamente" de Trump cuando ha hablado con él para felicitarlo por su victoria y "es lo que necesita el país, un sentido de unidad, de inclusión". "Espero que (Trump) mantenga ese mismo espíritu" durante la transición y en su presidencia, agregó Obama.
Acompañado por su vicepresidente, Joseph Biden, el mandatario ha deseado, además, que el que será su sucesor en la Casa Blanca a partir de enero tenga éxito" en su propósito de "unir y liderar" a EEUU.
La presidencia es algo "más grande que cualquiera de nosotros", ha afirmado Obama al explicar que ha pedido a su equipo que sigan el ejemplo de lo ocurrido hace ocho años, cuando el republicano George W. Bush le abrió a él las puertas de la Casa Blanca, para garantizar una transición sin complicaciones.
Al hablar sobre Clinton, que fue su secretaria de Estado durante cuatro años, le ha dado las gracias por su "extraordinaria vida" dedicada al "servicio público". "No podría estar más orgulloso de ella", añadió. Obama también quiso enviar un mensaje a los jóvenes, a los que votaron por primera vez y están "tal vez decepcionados" con los resultados de estas elecciones.