La reelección de Donald Trump no es posible sin Ohio. Es el estado que mejor refleja en unas presidenciales la evolución del voto en todos los Estados Unidos. Ahí ganó con un margen de ocho puntos electorales en 2016. Estas elecciones, además, reclama el título de territorio en disputa. Los sondeos reflejan a menos de tres semanas del paso por las urnas que Joe Biden tiene posibilidades reales para arrebatárselo.
Ohio es posiblemente el estado políticamente más equilibrado hacia el medio oeste del país. Eso provoca que el más mínimo cambio entre su electorado haga que la balanza se incline hacia uno u otro partido con gran facilidad. La campaña de Biden ve posibilidades y está totalmente entregada en la recta final, aunque los demócratas tengan como prioritarios a Michigan, Pensilvania y Wisconsin.
El desastre de Hillary Clinton en las presidenciales de 2016 hizo que lo dejara de lado al inicio de la contienda. Los republicanos también lo descuidaron, porque veían que lo tenían más fácil para ganar que en los otros tres feudos industriales del norte. Pero los estrategas de Trump no terminan de ver la misma animosidad del electorado blanco de clase obrera hacia Biden que con Clinton hace cuatro años.
No hay otro estado que en el pasado sirviera mejor para predecir quién va a ser al inquilino de la Casa Blanca
De golpe los dos deciden apostar fuerte Ohio. Y es que no hay otro estado que en el pasado sirviera mejor para predecir quién va a ser al inquilino de la Casa Blanca, por eso los gurús de la campaña le prestan tradicionalmente tanta atención. Lleva eligiendo al ganador de manera ininterrumpida desde 1964 y en el caso en concreto de Donald Trump, ningún republicano logró ganar las presidenciales sin Ohio.
Trump prometió que bajo su presidencia recuperaría el empleo en la industria de la manufactura que se deslocalizó a China y México. Es uno de los motivos por los que ganó en los estados del viejo cinturón industrial "oxidado". Algunos volvieron pero la pandemia por el coronavirus provocó que la atención del electorado se centrara en la capacidad de gestión de la crisis. Es un filón para Biden.
El aspirante demócrata parece estar consolidando su ventaja en el tramo final de la campaña, con un margen de entre ocho y 12 puntos a escala nacional de acuerdo con las últimas encuestas. Los sondeos en los estados clave muestran una batalla más reñida pero la trayectoria es clara y no es una buena noticia para el contendiente, que ve como el respaldo en estados como el de Ohio no es tan fuerte.
Los suburbios de Cincinnati, Cleveland y Columbus serán claves. Los demócratas empezaron a ganar terreno por ahí en las elecciones a medio mandato hace dos años, mientras que los republicanos se reforzaron en las zonas rurales. El campo es en principio un hervidero de votos para Trump. Pero este 2020 está siendo caótico por el virus y los aranceles. El riesgo es que no sea suficiente para compensar.
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El aspirante demócrata parece estar consolidando su ventaja en el tramo final de la campaña
Ohio será junto a Florida y Pensilvania importante para entender cómo avanzará la noche electoral. Pero es muy posible que el resultado final no se conozca hasta pasados unos días si el recuento de las urnas es muy ajustado, por la masa que está votando por anticipado. Carolina del Norte, otro de los estados en disputa, ya recibió en septiembre más papeletas por correo que las generales de 2016. La mayoría están registrados como demócratas o independientes.