El 3 de noviembre todos estábamos pendientes del duelo Trump-Biden, pero también ese día se votaban 86 cámaras estatales. En algunas, se ha jugado un partido que impactará las política americana nacional durante la próxima década.
Así nos lo cuenta Roger Senserrich, analista de Politikon: "El dibujo de los distritos electorales en la Cámara de Representantes lo deciden los legislativos estatales, así que si has ganado las elecciones estatales en Michigan, el partido que ha ganado esas elecciones va a decidir el dibujo de los escaños".
En la Cámara de Representantes de Estados Unidos, equivalente a nuestro Congreso de los Diputados, se sientan 435 congresistas, y cada uno de ellos representa al distrito electoral en el que ha sido elegido, así que el mapa de Estados Unidos se divide en 435 distritos electorales.
Quien tenga más votos en ese distrito, gana, así que dibujar bien las fronteras de ese mapa es fundamental. "Dado que la distribución geográfico de los votantes es bastante clara (los votantes rurales son más republicanos y los votantes demócratas más urbanos), puedes dibujar los distritos para repartir tus votantes progresistas en distritos rurales y diluirlos. Es lo que se llama 'gerrymandering'", agrega Senserrich.
Si cogemos un estado ficticio en el que se juegan 5 congresistas y hay 100 votantes -60 de un partido y 40 de otro-, dependiendo de cómo dibujemos las líneas de los 5 distritos conseguiremos desde que haya desde 5 votos para el partido más votado, hasta que el menos votado consiga 3 de los 5 representantes.
Este trazado de las líneas se hace cada 10 años, coincidiendo con los años de censo, como éste. La última vez fue en 2010, un año especialmente bueno para los republicanos en las urnas que no dudaron en aprovechar.
"No sólo redibujaron los distritos electorales en el Congreso de forma muy favorable, sino también los distritos estatales. Así que tienes estados donde tienes elecciones que son muy cercanas, pero que los republicanos ganan por goleada", afirma Senserrich.
Como podemos ver en el vídeo, si tomamos como ejemplo a Carolina del Norte, su mapa se tiñó de rojo después del cambio de líneas que hicieron los republicanos en 2012. Aunque los demócartas tenían más votos, los republicanos les sacaron 5 escaños en el reparto de asientos.
Senserrich afirma que esta problemática sólo se puede solucionar "ganando en los años de censo". Pero en 2010, "los demócratas tuvieron un desastre" que les ha lastrado. Un obstáculo más para la administración Biden, que podría perder la Cámara de Representantes en 2022.